Hormona descubierta
Sucede que en la madrugada del lunes 22 de marzo de 2010 asesinaron a dos hermanos en un poblado de Michoacán; andaban de fiesta en la plaza principal durante las fiestas patronales. Al principio trascendió que los jóvenes, uno de 30 y otro de 24, eran estudiantes de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), mejor conocida como Los Tecos. Poco después se supo que sólo el menor pertenecía a esa casa de estudios.
Como era de esperarse, la indignación (tal como sucedió con los dos estudiantes asesinados del Tec de Monterrey) fue la constante, con cartas y comentarios de apoyo a las familias, amigos y compañeros de la universidad. Esto el lunes y el martes, pero…
… hoy miércoles, en su excelente columna, Jaime Ramírez Yáñez (un buen amigo del Director) desenmascara a uno de los hermanos (y de paso a las autoridades): Abraham Guerra González había sido detenido con otras personas en abril de 2006, en Puerta de Hierro, uno de los fraccionamientos más suntuosos (y por supuesto, más narcos) de Guadalajara. Allí las autoridades les decomisaron más de 2 millones 460 mil dólares, armas, muchas armas, cartuchos y camionetas , todas ellas blindadas. A los detenidos se les consignó por delitos graves.
“Con tantos delitos graves, ¿por qué chingados el fulano no estaba en la cárcel?”, dicen que cuestionó el Director.
Hoy soy bipolar, mañana no
La narcochica es de Joblo