Neurona conformista
En Guadalajara (occidente de México para quien nos lee desde otros lares), una de las más grandes compañías dulceras del país, Dulces Vero, fue absorbida por la más grande panificadora de México, y quizás en América: Bimbo.
Todo esto pareciera una más de las transacciones entre empresarios, esta con un valor estimado en 95 millones de dólares. Pero lo que está de fondo es que los empresarios tapatíos (o jaliscienses) no pasan de ser unos mediocres, ¿por qué?, pues porque nomás ven crecer a sus empresas y luego luego las venden. No ven más allá del dinero que recibirán por dicha venta. ¿Por qué en vez de eso, Dulces Vero no compró otra compañía dulcera del país para ir creciendo más y más?
Alguna vez el alter ego del Director, platicando con sus amigos, se quejó de que los empresarios de Guadalajara eran unos mediocres que sólo buscan el dinero fácil sin arriesgar ni un céntimo de sus ingresos. Para comparar con Guadalajara, el Director comentó cuántas empresas existen en Monterrey y cuántas en Torreón en comparación con Guadalajara. En Monterrey (cerveceras, cigarreras, acereras, conglomerados gigantescos) la cantidad es insultante si se compara con Guadalajara, mientras que en Torreón (y La Laguna), una ciudad mucho más pequeña que Guadalajara, sobresalen al menos cuatro compañías de gran tamaño: Grupo Lala, Chilchota, Peñoles y Soriana. ¿Y cuáles son de Guadalajara?: sólo una de gran tamaño: Fragua, o Farmacias Guadalajara.
Hecho: el tequila es originario del occidente del país, o sea, México, pero…
“Los empresarios de Jalisco son tan mediocres que si se realizara una reunión entre los dueños de todas las tequileras del mundo, el lugar más céntrico para realizarla sería Londres”, dicen que sentenció el Director mientras veía a la secretaria chupar una paleta, marca Dulces Vero.
Hoy soy bipolar, mañana no
La que chupa la paleta es de Lolipop Teenz