En eso que sale el Director de su lujoso bunker vistiendo sólo una bata estilo Playboy: “¿Qué demonios está pasando aquí?”. Todos en la oficina enmudecieron. La secretaria, sollozando, le explicó al jefe que los ojones ya venían. “Te entiendo”, dijo, magnánimo…
El Director se subió a un escritorio y habló: “Esclavos, llegó la hora que nos temíamos. Hace unos meses la secretaria fue abducida por un alien y, aparte de abusar sexualmente de ella y embarazarla y después fajársela por otro rato más, le explicó que al ser humano le quedaba muy poco tiempo de amo y señor de este planeta”.
Cuando terminó de hablar, la secretaria comenzó a revolcarse y de sus entrañas reventó una criatura verde y ojona (como la profecía). El engendro comenzó a morder a todas las empleadas del lugar, en especial los pechos.
El caos era terrible: mujeres, todas, sin sostenes ni calzoncillos, ni una sola quedó con un pedazo de tela. Todas asustadas y gritando hasta que el Director gritó: “¡Ya basta, engendro!”. La criatura se agachó y volteó a ver al Director, quien para ese momento ya estaba arrancándose la piel para mostrar su verdadero color: verde. El engendro miró fijamente al Director y le dijo: “Papi”.
Epílogo:
Hoy, hace 70 años, el genial Orson Welles agitó a la población de EU al relatar por radio La Guerra de los Mundos.