Calor en la ciudad

Euforia

El calentamiento llegó, llegó para quedarse. Y me refiero a los dos tipos de calentamiento: global y partícular. No hay duda, el primero está acelerando al segundo.

Por donde se mire, las chicas dan muestra del calor que sienten en su día a día: prendas minúsculas, escotes pronunciados, falditas apetecibles, muchas veces usadas sin ropa interior. Incluso, toda esa indumentaria la usan en pleno solsticio de invierno, pero para no sufrir algún resfriado, usan bufanda, aún cuando su blusa tenga sin abrochar los cuatro primeros botones.

Bienvenido el calentamiento… cualquiera.

De plano que el calor les llegó fuerte a estas dos chicas siberianas.

Hoy soy bipolar, mañana no…

la imagen es de justteensite.com

Del tamaño del sapo…

Qué alucine

Enorme. Ni más ni menos. De ese tamaño fue el fósil de un escorpión encontrado en unas rocas de Alemania con más de 390 millones de años de antigüedad. El pequeño alacrán, cuando jugueteaba en el paleozoico, medía dos metros 40 centímetros (2.40 mts). Imaginen el tamaño de la cola… con su aguijón.

Ahora sí que, del tamaño del sapo, depende la piedra. Un zapato de la niñita de arriba bien pudiera terminar con la vida de un escorpión descomunal que decidiera invadir nuestros días, o nuestras pesadillas.

A propósito de grandes vistas, los pequeños hombrecitos de la imagen no están corriendo para resguardar su vida. Lo que sucede es que quieren tener una mejor imagen, aunque los pisen como a un vil insecto o un insignificante sapo. O tal vez sólo sea para refugiarse del sol… o de la lluvia bajo esa minúscula faldita blanca.

Hoy soy bipolar, mañana no…
La imagen es de Attac of the 50 ft woman, de allposters.com

Mujer Omega

Olanzapine

Confirmado. Además de poder deleitar todos los sentidos, en especial la vista y el tacto, las mujeres con curvas son más inteligentes y procrean hijos con la misma cualidad.

Según un estudio, un ácido graso, llamado Omega3, es el causante de esta siguralirad en el sexo femenino. Gracias a eso, los hombres podemos disfrutar de la figura femenina mientras entablamos una amena plática con ellas.

Así es que la satisfacción es doble: Cuerpo y plática.

Creo que la chica de la imagen es doctora en física nuclear, o algo así me dijeron…

Hoy soy bipolar, mañana no…

La chica es de nubiles.net

Demanda estúpida, respuesta igual

Veo doble…

Todos tienen una doble vida. Unos de manera privada, algunos lo llevan al extremo al invertarse un alter ego. Los primeros lo hacen a escondidas, al igual que los segundos, con la diferencia de que estos últimos interactúan en un grupo específicamente creado para ellos. Pudieran ser grupos de fetichistas, voyeuristas, sadomasoquistas… hasta aquí todo sexo (y otros más), no se me ocurren otros grupos…

Uno de esos grupos doble-vida es Second Life, donde un grupo de personas se convierte en otro grupo de personas, literalmente. Estamos hablando de miles de usuarios de un programa de internet donde se adquiere una personalidad igual a uno o diferente en el juego. Claro que la mayoría escoge cuerpos atléticos, figuras envidiables, color de piel, todo lo que uno no es en la vida real.

Así, en Second Life, los internautas se pasean por ciudades virtuales, se alimentan con comida virtual, tienen amigos virtuales, y, por supuesto, sexo virtual (es en serio). Lo que ya hizo que Second Life fuera un asunto descabellado y hasta de risa, es que un fulano se le ocurrió robar una sex shop virtual. El afectado demandó al intruso. Allí no acaba el asunto: en un caso de detectivismo virtual, el afectado «tomó fotografías» del departamento virtual del ladrón y este, en su defensa ante la corte, esta sí de verdad, de muros y paredes con un juez de carne y hueso, contrademandará por «invasión de propiedad» sin una orden de registro.

Así es que, ladrones virtuales: escondan las pruebas del delito en lo más profundo del disco duro, debajo de un colchón virtual.

Algunas de las mujeres en Second Life se parecen a la arriba mostrada. La que encabeza estas líneas sí es real.

Hoy soy bipolar, mañana no…

La imagen es de Met-Art.com

Un trofeo al final del túnel

Sobredosis

Algún día te vas a morir, eso es un hecho. Lo interesante es hacerlo de una manera agradable, que la disfrutes. Que estires la pata riendo, ese es el fin maestro al que algunos aspiran terminar su existencia, mientras que a otros ,simplemente, porque así les tocó. El asunto es disfrutar y reírte cuando pongas el punto final.

Búrlate heredando toda tu riqueza a la peor persona que conozcas, de esas mala leche. Así tus queridos y arrimados familiares se retorcerán del coraje mientras dure la lectura del testamento… y más cuando lleguen a su casa con nada más que un resentimiento incrustado en lo más hondo de su ser contra tu persona. Claro que la frustración se reflejará en sus rostros, ríete desde el más allá.

No dejes que la diversión termine allí. Al imbécil que le heredaste tu fortuna, hasle la vida de cuadritos con ridículas clausulas en el testamento que lo harán llorar de desesperación y rabia. ¿Ejemplos?
a. Has que escuche tu voz, grabada con anterioridad, tres horas al día con audífonos y en el volumen más alto. Podrías gravar: «Hijo de puta», y repetirlo hasta tu saciedad. De fondo podrías grabar algún ruido blanco, como uñas en un pizarrón, un cuchillo cortando unicel, etcétera. Otro tip: Antes de estirar la pata, ponte a grabar tus más geniales flatulencias. Al elegido, le dará mucha risa, pero sólo los primeros diez minutos. así es que disfruta las demás horas de perturbación gaseosa.
b. El elegido, si fuma, tendrá que dejar de inmediato el vicio. Por otro lado, si es antifumador, tendrá que encender y tragarse el humo de dos cajetillas diarias. Nomas por joder.
c. Esta cláusula será muy similar ala anterior, sólo que con alcohol.
d. Una que duele: Has que lo castren.

Ahora que si lo tuyo es «el morir», date cuenta de las más originales y divertidas formas de hacerlo en los Premios Darwin.

Usa tu imaginación y pasaras agradables ratos de ocio. Ríete de los tuyos, ríete de ti mismo. Disfruta. Ríete de la Muerte…

A propósito, la chica de la imagen no estaba muerta, andaba de parranda.

Hoy soy bipolar, mañana no…

La imagen es de Gettyimages