Neurona sentida
Gran escándalo está causando los comentarios del programa británico de autos Top Gear, de la BBC. Los presentadores criticaron al coche deportivo Mastretta, hecho en México, y lo compararon con el estereotipo del mexicano: perezoso, inocente, con flatulencias y obeso.
Es común ver en Top Gear las críticas hacia los autos y los países que los fabrican, es más, en eso radica su gracia e ingenio. Por eso es un éxito: destrozan a putazo crítico los coches; pocos se salvan. Los seguidores del show recordarán que en varios capítulos se burlan de los coches y sus países, como Estados Unidos, Japón, e incluso Alemania y la misma Inglaterra, con todo y sus estereotipos, tal como pasó con México y el Mastretta.
¿Entonces por qué los mexicanos se rasgan las vestiduras en Twitter, Facebook y en las páginas de noticias por el asunto de Top gear? Pues porque no conocen, punto. ¿Y por qué creció tanto el escándalo? Pues porque en Top gear criticaron ni más ni menos que al embajador de México en Londres, Eduardo Medina Mora (según sabemos, muy cuestionable su actuación como funcionario público en México). Ese fue el asunto, porque si los de Top gear (que no nos cansamos de decir que son geniales) no hubieran mencionado al embajador, nada hubiera pasado.
“La crítica, si te queda y eres sentidito, te duele más. Traducción: el embajador se sintió porque le dijeron pedorro y güevón. ¿O no?, ¿no lo mantenemos desde aquí?, ¿no pagamos sus lujos y sus vacaciones en Londres con nuestros impuestos?”, dicen que dijo el certero Director.
El Regreso del Director 