Neurona corrupta
Este podría ser el caso del prestanombres más joven del mundo: sucede que Cornelio Aguilar Ortega, un niño de apenas cinco años de edad, es dueño de más de 158 hectáreas en Yucatán, México. Lo raro del caso es que dichos terrenos los compró hace un año, cuando contaba con tan solo cuatro años de edad. Lo risible es que solo pagó 5,000 pesos (sí, solo cinco mil pesitos) por dichas tierras, es decir: 48 pesos por hectárea.
¿Y quién es este mocoso terrateniente? Pues ya salió la historia: sucede que este niño es sobrino de la actual gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco, e hijo de Cornelio Aguilar Puc, ex alcalde del municipio de Dzidzantún, también en Yucatán. Hay más: las 158 hectáreas ¿dónde cree que se encuentran? Pues sí: en el mismo municipio que gobernó su padre.
Lo más absurdo del caso es que el mocoso acudió con el notario en representación de su madre para otros asuntos. Vaya cinismo.
“Corrupción heredada”, dicen que se lamentó (y se las mentó) el Director.
Hoy soy terrateniente
La que también es terrateniente salió de Velsi
Etiquetas: Cornelio, Ivonne Ortega, Niño, Terrateniente, Yucatán
El Regreso del Director 
23 julio 2012 a las 21:10 |
Vivimos en México, no nos extraña, ojalá no nos acostumbremos a esto y quedarnos tan tranquilos o tal vez ya lo hicimos.